Al principio no le di importancia; querer ver connotaciones antiabortistas en el feliz argumento de una película en la que unos bichos hoy extintos protegían un bebé durante un largo recorrido, me hacía verme a mí mismo como un conspiranoico idéntico a los que habitualmente critico. Sin embargo, de haber conocido el desarrollo y evolución de las demás películas de Blue Sky Studios , ya aquella primera Ice Age la habría puesto en cuarentena. El primer aviso que me tomé en serio vino con la secuela, Ice Age 2: el deshielo , en la que nuestros amigos tienen que huir del deshielo de la última glaciación, para lo cuál recorren una larga distancia que les permite alcanzar ¡el mismísimo arca de Noé! ¡Válgame Ford! Se supone que es una película muy enfocada al público infantil, en la que enseñan algo de historia natural, y por tanto se le presupone cierto valor pedagógico, y me salen con esto. Pasado el berrinche, e intentando autoconvencerme de que el arca del tal Noé está demasiado ...
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